Dirigida por Adam Robitel y publicada en enero de 2019. «Escape Room» es una película de thriller psicológico que está inspirada en los juegos de escape que tuvieron origen en Asia y que se han popularizado por brindar diversión y distracción a los que deciden jugarlo. Es una especie de realidad virtual que garantiza aventura de principio a fin lejos de los smartphones.

Si bien la premisa de la película es básicamente la misma que en la vida real, esta tiene una variante, y es que los jugadores deben luchar por sobrevivir. Pequeño detalle que desata una pelea por demostrar quién llegará vivo al final del juego. Aquí haré una pequeña pausa y hablaré del por qué me resultó bastante parecida a la saga de SAW «El juego del miedo», esta saga que está conformada por ocho películas (próximamente llegará la novena) y ha sido famosa por los juegos u obstáculos tortuosos a los que deben enfrentarse los seleccionados. Detrás de cada «juego» está la mente maestra que se hace llamar «Jigsaw«; él se encarga de armar los obstáculos y de seleccionar a los jugadores, gente que ha cometido errores en el pasado. Lo interesante es la filosofía de Jigsaw porque él ve este juego como «una oportunidad de redención» para que al salir ya no sean las mismas malas personas. Algo así como un «salvador que les da una nueva vida».
En el caso de Escape Room hay una pequeña diferencia pues la idea no es darles una nueva oportunidad, el juego desde su inicio está diseñado para que todos mueran. En SAW no es así, a pesar de que los obstáculos son bastante crueles, dolorosos y sangrientos siempre tienen la posibilidad de sacrificar «algo» para salir vivos; caso contrario a los obstáculos de Escape Room porque ahí es TODO o NADA y encima de eso está el factor TIEMPO (presente en ambas películas). Se me hizo muy difícil ver Escape Room y no compararla con SAW, por supuesto es menos sangrienta y más moderna ¡hay mucha tecnología! el otro detalle en el que coinciden ambas historias es en cómo el «amo» (la mente maestra) seleccionó a sus jugadores; en SAW es por errores del pasado (pecados) y en Escape Room es por haber sobrevivido a situaciones mortales. Todos los jugadores son sobrevivientes de accidentes.

Seis personas fueron invitadas a ser parte de Escape Room justo para las vacaciones de «Acción de gracias», a todos les llegó una cajita negra que les fue enviada por algún amigo o familiar y lo llamativo de la invitación es que ofrecen 10mil doláres al que resulte ganador del juego ¡Interesante! Con dinero de por medio y con diversión «garantizada» las seis personas aceptan jugar porque lo ven como una oportunidad de llevarse un «dinerito extra» ¡vaya! ¿Quién no aceptaría? lo que no saben es que el juego es totalmente extremo y deberán pasar por varias habitaciones (escenarios) que contienen distintos retos y pistas. Lo cardíaco viene cuando se dan cuenta que el juego lo que pretende es enfrentarlos entre sí para conseguir salir victoriosos y es ahí donde el sentido de supervivencia los descontrola.

La película es bastante entretenida y lograron mantener la tensión en la mayor parte de la historia, y eso es bueno porque al ser una trama parecida a SAW era importante reforzar cada cambio de escenario. Lo que no me gustó del todo fue algo de la parte final, que obviamente no voy a revelar 😀 pero que involucra al «amo», esa parte no me terminó de convencer pero hizo quedar muy bien al personaje de Zoey (Taylor Russell) ¡toda una mujer empoderada! Ahora, el final abierto que dejaron, eso sí me pareció un buen atino y según leí la segunda parte de Escape Room se estrenará en abril del 2020 y será dirigida nuevamente por Adam Robitel.
Si ya vieron esta película cuéntenme qué les pareció y también si tienen pensado ver la segunda parte, hasta aquí llego con el post de hoy y nos estamos leyendo 😀
















