Hace unos días agregué a mi lista de Netflix varios títulos para ver, uno de ellos fue la película española «HOGAR» protagonizada por Javier Gutiérrez, Mario Casas, Bruna Cusí y Ruth Díaz. Es una cinta de thriller que se estrenó el 25 de marzo por la plataforma de Netflix y que cuenta la vida de un experimentado y ya mayorcito ejecutivo publicitario, pero ahora desempleado, con esposa y un hijo adolescente que residen en una zona exclusiva. Después de haber tenido comodidades y ser reconocido en el mundo de la publicidad por proyectos que desarrolló para grandes marcas, Javier Muñoz (Javier Gutiérrez) pasó a ser un desempleado más y con pocas oportunidades de ser contratado debido a su edad y a su nivel de experiencia ( a más experiencia, mayor salario)
La película nos muestra en unos cuantos minutos el estilo de vida que Javier y su esposa Marga llevaban; vivían en un cómodo apartamento con empleada doméstica, tenían buenos automóviles y su hijo estudiaba en un buen colegio pero de pronto tuvieron que abandonar todo para mudarse a otro sitio más económico. Es ahí cuando a nuestro querido Javier le entra la melancolía o simplemente pudo más su orgullo y ambición. La personalidad de Javier es un poco confusa porque de entrada no parece ser del tipo de hombre que le haría daño a alguien, pues está buscando empleo en lo que es experto, tiene prestigio y una familia estable, aparte si lo vemos físicamente no es aquel hombre musculoso y alto con mucha fuerza entonces si lo juzgamos por eso, como que no encaja.

Sin embargo, en los primeros minutos de la película nos van dando algunas pautas del personaje de Javier como pequeños arranques de ira, apego a lo material, soberbia y autosuficiencia, pero sigue todo tranquilo sin desatarse hasta que «le cae el 20» (como dirían en México) que si quiere conservar su estilo de vida debe actuar sin importar lo que tenga que hacer para no perder todo lo que un día construyó. Un juego de llaves en manos de Javier y una nueva familia en su antiguo apartamento, la familia de Tomás (Mario Casas), desencadena una persecución por parte de Javier y con ello un plan para adueñarse de todo lo que Tomás tiene.
En el título incluí la palabra «sutil» porque creo que es la más apropiada para definir cada paso que Javier daba. Es muy calculador y hasta bastante «limpio» (¿extraño no?) para cometer sus crímenes pero no le quita lo enfermo. Javier es manipulador y sabe perfectamente lo que hace. Ahora, en un inicio su motivación me pareció bastante absurda y sin sentido; es decir, ¿por qué sacrificaría la familia que tiene por cuatro paredes? ¿es por el status? pero yo no soy Javier, no sé qué tanto tuvo que haber pasado para lograr el prestigio que tenía y ser considerado de los mejores en su época. A lo mejor es bastante frustrante despertar un día y ver que nada de eso sirvió. Solo si trato de ponerme en su lugar podré comprender -mas no justificar- cada uno de sus actos.

Casi siempre los asesinos «secretos» con un perfil público respetable ante la sociedad tienden a ser muy cuidadosos y sigilosos (recordé la primera temporada de Slasher con el «Verdugo») pero el personaje de Javier aunque tiene esas características llega un punto en el que ya no le importa mentir y ser descarado a su manera, por supuesto. Claro, puedo decir que si comparamos a Javier con el Verdugo de Slasher se queda corto jaja Javier sería como un perrito rabioso a la par de un lobo porque en el fondo Javier tiene bondad solo que está dolido (y no es justificación) pero es lo que nos están haciendo ver. Y se van a dar cuenta (si es que se animan a ver la película) cuando aparezca el personaje de Damián -que si pongo a estos dos en una balanza no sé quién es peor-.

Hogar es una película con un final diferente al que probablemente se están imaginando, este final tan particular me gustó. Visualmente Alex y David Pastor hicieron un gran trabajo, hay planos y ángulos que son demasiado buenos (aunque hay una escena que no me terminó de cuadrar porque no me explico cómo pasó pero whatever jaja) y haber incluido el tema «Lakmé» como pieza principal le da un toque elegante (y digo principal porque sonó en varias ocasiones) que por cierto fue inevitable no pensar en Sofía Niño de Rivera jaja ¡no me juzguen! (referencias, referencias jaja)
Espero que vean esta película y me platiquen qué les pareció, personalmente me gustó. Claro que me van a decir «Eunice hay mejores películas de thriller» y sí tienen razón pero esta es una buena opción para ver en casa. Dura 1 hora 43 minutos y la historia transcurre de una manera interesante y entretenida.
Hasta aquí con el post de hoy, nos estaremos leyendo pronto. Bye!